Dados los últimos acontecimientos, el siguiente domingo habrá dos candidatos: los jueces y Evo Morales. El sujeto colectivo jueces compite c...
Dados los últimos acontecimientos, el siguiente domingo habrá dos candidatos: los jueces y Evo Morales. El sujeto colectivo jueces compite casi en el más absoluto anonimato por ser elegido a través del voto popular y el archiconocidísimo sujeto individual, por maquillar su desportillada imagen y preservar sus dos tercios en las urnas. En el primer caso, el voto tendrá una validez legal, en el segundo, una validez política. Más de cinco millones de electores oscilantes entre la emoción y la razón están invitados a asistir a las urnas con sus juicios y prejuicios.
Voto “legal” y azul.- Presumo que marcarán cinco veces en las casillas de su preferencia las personas mejor informadas, aquellas que siguieron las fugaces entrevistas a los 116 candidatos y candidatas y se documentaron sobre los antecedentes y méritos de sus preferidos. En otras palabras, los que decidieron soberanamente su voto (¿habrá al menos uno?). Paradójicamente, también votarán de este modo las personas que aceptaron la consigna de marcar determinados números sin conocer siquiera al beneficiado de su voto, lo harán por convicción, pertenencia o porque prefieren evitarse problemas en su organización. En otras palabras, los que cedieron su soberanía a otros con intereses azules.
Voto despiste.- Es probable que sean pocos, pero habrá; y se enterarán el mismo día que hay comicios y se toparán con la gigante papeleta sin saber por quien ni cómo votar. Sufragarán por intuición o aplicarán un sistema ordalíano de elección o anularán su voto por desconocimiento o dejarán en blanco la boleta sin intención política. Recuerde que de cada 10 bolivianos, uno vive al margen de los “complotadores” medios de comunicación.
Voto ecológico.- En tiempos del TIPNIS, muchísima gente se enteró que tiene una madre llamada Tierra y se vistió de verde para defenderla de los depredadores azulados. Es muy posible que conozca a algún candidato, pero en los últimos días se preocupó por conocer más la fauna y flora del TIPNIS y decidió su voto avatar con marcador verde selva para escribir en todo lo ancho de la papeleta: TIPNIS SÍ, carretera NO. Son votos pachamamescos antievo.
Voto cabreado.- No quisieron ni quieren informarse sobre los candidatos, no creen en la elección y ya decidieron su voto durante la preselección en la Asamblea Legislativa. Escribirán un NO en la papeleta para decirle sin miedo a Morales que están cabreados con su política y sus incoherencias. Estos votos serán contados con ojos de presidenciable por Juan del Granado y preservados como un colchón electoral para las elecciones generales de 2014.
Voto opositor.- Son los falsos Bartolomé de las Casas. Despreciaban a los indígenas y ahora son sus acérrimos defensores. Se regodeaban en el libre mercado, ahora critican las medidas neoliberales del masismo. No oían los latidos de la Madre Tierra, ahora se declaran sus médicos de cabecera. Sostienen desde el génesis del cambio un discurso monosilábico: NO; y una esquizofrenia apocalíptica: todo está mal. Es el voto duro antievo.
Voto consciente.- Es la ciudadanía que se precia de ser reflexiva y leer la política desde la realidad. Unos apoyaron el proceso sin ambages, otros con reparos, otros con cálculo y otros con visión histórica. Algunos están arrepentidos y otros decepcionados y otros desorientados. Alistan su marcador negro o rojo para escribir: Fuera, basta, adiós o alguna leyenda contra Evo. Su voto será nulo para el Órgano Electoral, pero, válido para la sociedad.
El domingo, más allá de los fríos números, habrá un mensaje a Evo, a Palacio y al Proceso. Puede que haya una tarjeta amarilla. O puede que no. Pero habrá un mensaje en los votos válidos políticamente. Si lo leen, verán más allá del 2014; sino, quedará comprobado que el país está en manos de un peligroso puñado de políticos que padecen ceguera mental.
Voto “legal” y azul.- Presumo que marcarán cinco veces en las casillas de su preferencia las personas mejor informadas, aquellas que siguieron las fugaces entrevistas a los 116 candidatos y candidatas y se documentaron sobre los antecedentes y méritos de sus preferidos. En otras palabras, los que decidieron soberanamente su voto (¿habrá al menos uno?). Paradójicamente, también votarán de este modo las personas que aceptaron la consigna de marcar determinados números sin conocer siquiera al beneficiado de su voto, lo harán por convicción, pertenencia o porque prefieren evitarse problemas en su organización. En otras palabras, los que cedieron su soberanía a otros con intereses azules.
Voto despiste.- Es probable que sean pocos, pero habrá; y se enterarán el mismo día que hay comicios y se toparán con la gigante papeleta sin saber por quien ni cómo votar. Sufragarán por intuición o aplicarán un sistema ordalíano de elección o anularán su voto por desconocimiento o dejarán en blanco la boleta sin intención política. Recuerde que de cada 10 bolivianos, uno vive al margen de los “complotadores” medios de comunicación.
Voto ecológico.- En tiempos del TIPNIS, muchísima gente se enteró que tiene una madre llamada Tierra y se vistió de verde para defenderla de los depredadores azulados. Es muy posible que conozca a algún candidato, pero en los últimos días se preocupó por conocer más la fauna y flora del TIPNIS y decidió su voto avatar con marcador verde selva para escribir en todo lo ancho de la papeleta: TIPNIS SÍ, carretera NO. Son votos pachamamescos antievo.
Voto cabreado.- No quisieron ni quieren informarse sobre los candidatos, no creen en la elección y ya decidieron su voto durante la preselección en la Asamblea Legislativa. Escribirán un NO en la papeleta para decirle sin miedo a Morales que están cabreados con su política y sus incoherencias. Estos votos serán contados con ojos de presidenciable por Juan del Granado y preservados como un colchón electoral para las elecciones generales de 2014.
Voto opositor.- Son los falsos Bartolomé de las Casas. Despreciaban a los indígenas y ahora son sus acérrimos defensores. Se regodeaban en el libre mercado, ahora critican las medidas neoliberales del masismo. No oían los latidos de la Madre Tierra, ahora se declaran sus médicos de cabecera. Sostienen desde el génesis del cambio un discurso monosilábico: NO; y una esquizofrenia apocalíptica: todo está mal. Es el voto duro antievo.
Voto consciente.- Es la ciudadanía que se precia de ser reflexiva y leer la política desde la realidad. Unos apoyaron el proceso sin ambages, otros con reparos, otros con cálculo y otros con visión histórica. Algunos están arrepentidos y otros decepcionados y otros desorientados. Alistan su marcador negro o rojo para escribir: Fuera, basta, adiós o alguna leyenda contra Evo. Su voto será nulo para el Órgano Electoral, pero, válido para la sociedad.
El domingo, más allá de los fríos números, habrá un mensaje a Evo, a Palacio y al Proceso. Puede que haya una tarjeta amarilla. O puede que no. Pero habrá un mensaje en los votos válidos políticamente. Si lo leen, verán más allá del 2014; sino, quedará comprobado que el país está en manos de un peligroso puñado de políticos que padecen ceguera mental.
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